LA PERSEVERANCIA NO TIENE QUE ESTAR REÑIDA CON EL CAMBIO

A las puertas de publicar la segunda novela larga de la saga “El Samurái Maldito”, vi esta foto y me vino a la cabeza el motivo principal por el cuál no me arrepiento de cada senda emprendida en mi vida: Vivir el presente.

Ya está. Solo eso.

Ni planes de futuro, ni vistazos a “cómo me gustaría llegar a la vejez”. Ni tan siquiera planear mi próximo mes. Mi vida ha dado tantas vueltas que, si tuviera que hacer caja con todos los planes de futuro que tenía pensados cuando era más joven, tendría ahora un almacén entero lleno de fracasos.

No. Siempre te dicen que planees. Que tengas el vuelo cogido desde meses antes. Que elijas un camino y seas el mejor en él, sin desviarte. Pero la única verdad es que tan solo tienes el presente. Lo único, te lo garantizo. Cualquier ráfaga de viento puede virar de improviso, y todos tus planes… simplemente se desvanecen. Solo hay que echar un vistazo a la situación actual.

Adáptate. Por suerte, o por desgracia (para el planeta en este caso), el ser humano tiene una capacidad sorprendente de adaptación. Y, una vez lo hayas hecho, la formula para vivir ese presente es sencilla: Disfruta con lo que haces, y sé perseverante en ello. Hasta que toque su fin. Dalo todo hasta que llegue el momento de volver a cambiar.

Pues los cambios, siempre llegan de nuevo. Ya que sin ellos, la vida sería una mierda. Te lo aseguro.

Un comentario de “LA PERSEVERANCIA NO TIENE QUE ESTAR REÑIDA CON EL CAMBIO

  1. Isabel dice:

    La planificación mata la vida. La vida es cambio constante y el sistema nos ha hecho aferrarnos a una seguridad angustiosa en el presente sabiendo que el futuro no existe. 🙏

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