TODO CAMINO COMIENZA CON UN PRIMER PASO

Un@ tiende a preguntarse en ocasiones cuál es su lugar en el mundo, qué sueños le empujan a seguir adelante y si realmente merece la pena luchar por ellos. Yo, cuando surge en mi horizonte un simple atisbo de dichas cuestiones, tan solo me digo a mí mismo:

«Cuando le debes algo a tu niño interior, tan solo escucha, y ponte manos a la obra. Así descubrirás lo que es disfrutar haciendo algo con tu vida». 

 Aquí os presento el comienzo de una aventura muy particular, muy propia, muy mía. Tal vez hasta peque de egoísta, pues está escrita para ese niño interior del que os hablo, el mío propio, y no con la pretensión de gustar a todo el mundo. Una historia que me habría encantado descubrir en otro tiempo, escrita de la mano de otra persona, y cuyos clichés, personajes y situaciones posiblemente me hubieran hecho sentir lo mismo he sentido al escribirla. Pero algo así es realmente difícil de saber, ¿no? La vida cambia constantemente y nosotr@s con ella, y yo comencé esta aventura en un determinado momento, con determinadas vivencias a mis espaldas y determinados sentimientos rebullendo en mi interior, los cuales son los que han terminado diluidos ahora en color fantasía sobre estas páginas. Miedos, resentimientos, culpa, amor… demasiado que decirme a mí mismo. De ahí que una sola novela no bastase para ello.

 Aaron os hará plantar el pie en mi mundo, al que he decidido llamar Erindorn, donde, si coincidís conmigo en ciertas cosas, hallaréis una historia que os hará disfrutar dejando el mundo real a un lado por un tiempo. El filo de la verdad será el punto de partida de varias novelas enclaustradas bajo el sello El Samurái Maldito, donde también encontraréis intercaladas una serie de novelas cortas que echan la vista atrás en el tiempo, dedicadas a ciertos acontecimientos esclarecedores, y en parte reveladores, dedicadas a ciertas vivencias de cada uno de los dioses que ya pasaron a mejor vida en la saga principal.

Sin más, y si estáis dispuest@s a seguirme en esta aventura, solo me resta desearos una buena lectura, y un buen viaje…

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